Te damos 10 trucos para mejorar el rendimiento de tu batería.
Apaga el GPS, Bluetooth y el WiFi cuando no los necesites. Si usas el smartphone siempre en casa o en el trabajo es mejor tener el WiFi activo y ponerlo en modo suspensión en lugar de activarlo y desactivarlo cada vez.
Configura tu smartphone para que la pantalla en espera salga en poco tiempo, lo que mejor te convenga. Pero tene en cuenta que si estableces un tiempo demasiado alto, al final del día habrás perdido varios minutos en los que en realidad no usas tu smartphone. Un usuario medio todos los días mira su pantalla unas 150 veces mínimo, no es difícil imaginar cómo podríamos ahorrar batería si le ponemos un poco de atención a este aspecto. Muchas veces miramos simplemente para ver la hora, si el equipo se apaga en 10 segundos en vez de en 1 minuto, terminamos ahorrando 50 segundos por cada vez.
Puede parecer útil, pero en realidad es una función que establece mucha más iluminación que la que necesitamos. Te sugerimos que lo ajustes manualmente y selecciones un brillo a nivel medio. Lo podes elevar cuando realmente necesites más luz. Es aconsejable usarlo al mínimo en interiores, y en exteriores un brillo nivel medio o alto segun tu preferencia. Podes hacerlo desde ajustes rápidos de la barra de notificaciones.
Muchos widgets, como los de meteorología o noticias, requieren de una constante conexión a internet o wifi, lo cual estará transmitiendo datos todo el tiempo, con el consiguiente gasto de batería que ello conlleva.
A menos que realmente lo necesites, desactiva la función de vibración de tu smartphone. Realmente consume mucha más batería que un tono normal o que el modo silencio. Apaga el Haptic Feedback (respuesta táctil) también. Aunque sea más cómodo, termina consumiendo una cantidad considerable de batería, por lo que debes considerar si es necesario tenerlo activado en aplicaciones que te puedan enviar notificaciones constantemente, como WhatsApp, Messenger, Facebook, Twitter, etc.
El modo ahorro de energía resulta muy útil en ocasiones en las que no necesitemos hacer un uso exhaustivo del teléfono, siempre puedes activar el modo avión en momentos en los que no vayas a utilizar el teléfono, como cuando estés leyendo o durmiendo.
Mantené tus aplicaciones actualizadas. Hay una razón por la que los desarrolladores actualizan sus aplicaciones, entre otras cosas, porque mejoran el rendimiento del dispositivo y la vida de la batería.
Dejar tu smartphone conectado en el cargador si el dispositivo ya está cargado puede suponer la reducción de la autonomía de la batería, normalmente el problema surge si dejas conectado tu smartphone más de 24 horas (se producen unos "mini-ciclos" de carga que merman su vida útil).
Debemos prestar atención a las características de los cargadores que usamos. Como norma general tenes que usar siempre el cargador específico de tu smartphone, el cual viene con el equipo, aunque podemos usar otros cargadores poniendo cuidado en que los valores de voltaje e intensidad sean correctos. La intensidad de carga es la que la terminal demanda, así que nunca debemos usar un cargador de menor intensidad que el de serie, dado que el propio cargador se recalentaría con riesgo de explosión.
El peor enemigo de las baterias es el calor y estas se calientan al cargarlas. Si tenes la costumbre de cargar tu teléfono mientras lo usas con el GPS, Wi-Fi y 3G activados, lo que añade más temperatura, y además en un ambiente caluroso o al sol, esto arruinará en poco tiempo tu batería.
El funcionamiento y la vida de las baterías de Li-ion no están determinadas por la primera carga, es decir por la carga anterior a su primer uso. No es necesario ni recomendable dejar que su carga baje del 15%, siendo lo ideal ponerlas a cargar cuando aún tengan alrededor del 40% de la carga.
De esta forma se calentarán menos durante el proceso de carga (más acelerado cuanto menor es el nivel de carga y por ello mayor la generación de calor y temperatura).